lunes, 20 de abril de 2009


CONCEPTO DE ARTISTA POPULAR, Por Bernardino Vásquez.

En lo que respecta a los cantores urbanos el concepto de artista popular, se basa en las palabras que dijera Víctor Jara: “somos artistas populares, no por popularidad sino; por estar inmersos en la clase trabajadora”
Y esto es lo que venimos desarrollando desde los tiempos de dictadura, cuando nos tomamos el espacio que otorga la locomoción colectiva, usándola como trinchera de nuestra forma de entregar arte.
Es sobre este escenario móvil desde donde aparte de alegrar o invitar a la reflexión acompañamos a la clase trabajadora en sus viajes de ida y vuelta desarrollando una relación de acceso al arte no elitista, entendiendo que son ellos los que atravez de la solidaridad financian esta expresión artística, estando muchas veces imposibilitados de acceder a otras formas de arte por no poder costearlas.
Además es desde ahí donde ellos de a poco comienzan a romper el miedo a la relación entre pares que había en esa época y solicitan nuestro apoyo en cuanto acto, peña o cualquier otra forma de organización se gestaba en aquellos tiempos, para palear la pobreza, combatir a la dictadura y crear las redes de solidaridad y apoyo mutuo entre trabajadores.

Fuimos, somos y seremos quienes mantienen vivas estas redes de apoyo popular, y ahí es donde mayormente nos diferenciamos de los otros colegas artistas que en la medida que se consolido esta “democracia” comenzaban a cobrar cifras enormes por seguir aportando a la “solidaridad”, llevando esto a varias situaciones en desmedro de la organización popular que graficaremos solo en tres:

1. Las peñas Populares: bastión de la organización popular comienza a desaparecer, perdiéndose con esto la oportunidad que tenían los pobladores de ayudarse en tareas comunes, todo esto debido a que el discurso democratizador y neoliberal hablaba de las alegrías que venían, y “que había que sintonizar con los nuevos tiempos” potenciando con esto: el eco de modas y ritmos extranjerizantes, que barrieron con la recreación de la música latinoamericana y que hoy se grafica en la casi total perdida de la raíz folclórica de nuestro país y de sus vecinos.

2. Al alejarse los artistas + reconocidos de esta línea musical y cultural, los sellos dejaron de apoyarles; no porque aquella música no fuera de gusto masivo sino porque ellos dejaron la puerta abierta para un nuevo colonialismo cultural, barriendo de un plumazo todo lo que se avanzo en el camino de la Nueva Canción Chilena y posterior Canto Nuevo, llevando esto a la desaparición de los pocos medios de difusión por un efecto dominó, como fue el caso de la Radio Umbral.


3. Y por ultimo porque esos “otrora artistas populares” al elevar el costo de sus entradas a un promedio de un 10% del sueldo de un trabajador con sueldo mínimo base de lo que se considera: “El Pueblo”, ellos por no comprender la imposibilidad de este a pagar semejantes cifras, se quedaron: ¡SIN EL PUEBLO!


Análisis, compromiso y conclusiones:

Hoy la realidad del mundo del arte popular, no ha cambiado mucho, seguimos siendo perseguidos por ejercer nuestro aporte a la cultura en los espacios públicos, seguimos teniendo requisacion de instrumentos y herramientas: pintores, estatuas, malabaristas, músicos, actores, etc. Seguimos recibiendo el mismo trato por parte de los garantes del “orden” y la “seguridad” y a pesar de los 20 años de “democracia” aun no contamos con apoyo directo de un gobierno al cual le sobran los medios y nos encontramos aun en una situación de indefensión legal en lo que respecta a l acceso de salud y previsión vulnerándose con esto sus derechos ciudadanos conculcados en la Constitución vigente que está hecha para todos sus habitantes, ya que como solución se nos ofrece los fondos destinados para los indigentes, algo que definitivamente no somos y no queremos hacer uso y abuso de estos fondos sociales sino que queremos una solución directa para nosotros como trabajadores del arte, no queremos paternalismos, queremos trato justo e igualitario, nada + pero tampoco nada menos.

Sabemos que a pesar del panorama desfavorable que acabamos de plantear seguiremos adelante, pues somos y seguiremos siendo un referente social, una escuela y esperanza para los jóvenes pobladores que al vernos resistir y salir adelante con nuestro arte, ven que aun hay esperanzas, que a pesar de lo duro que es salir adelante haciendo arte popular, es mejor que perderse en las esquinas de nuestro país donde cada vez más jóvenes se sumergen en un camino sin retorno y que de no apoyarles a tiempo solo se seguirá preparando tras la omisión un seguro estallido social.

Por ellos y por nuestro compromiso con la población es que nos decimos con toda seguridad: ¡ARTISTAS POPULARES!, porque somos la voz denunciante, como los juglares de antaño vamos cantando y contando historias de y para su habitantes y seguiremos luchando por la reconquista de todos los espacios para el arte consciente y popular , manteniendo con esto el legado que nos dejaran Víctor y Violeta (y que ni siquiera ellos cuentan aun con el reconocimiento que como verdadero embajadores culturales de nuestro país merecen) de estar al lado de los trabajadores siempre.

Esta es nuestra visión, postura y compromiso:

¡LA DEFENSA DEL ARTE POPULAR, AQUEL QUE VIVE CON Y PARA LOS TRABAJADORES!


Conclusión:

A este concepto sumamos a todos quienes viven solo del por ahora apoyo solidario de los trabajadores, a todos los que entregan arte popular y que a través de las diversas expresiones artísticas ayudan a sanear la violencia social, desde un paseo peatonal, esquina, plaza o micro.
A todos que tienen esto como única fuente de ingreso y que además lo hacen por opción, por la opción de vivir desarrollando su arte en los espacio públicos, ayudando con esto a los miles que no poseen los medios para entrar a una galería, pagar entradas a conciertos, teatros o espectáculos circenses, y que encuentran en su deambular la posibilidad de disfrutar de una actividad artística en forma directa y de apoyo voluntario.


Bernardino Vásquez González
Presidente de Sicuch